Entrevista a Ana Halabe, autora de Los Mundos de Gael

16 junio, 2018 – por César Cuadra

Ana Halabe es escritora, guionista y directora de cine argentina, graduada en la carrera de Realización Cinematográfica. Se desempeñó en la industria audiovisual profesional trabajando también como asistente de dirección y guionista de varias películas de largometraje, como así también en medios gráficos y digitales. La saga LOS MUNDOS DE GAEL es su primer trabajo de ficción; escrita originalmente en idiomas Español e Inglés, se compone de las novelas TIERRA, TIERRA HÍBRIDA, LARA y TIERRA LÍDER.

César Cuadra: ¿Cuándo quisiste ser escritora?

Ana Halabe: La verdad es que no se trató de una cuestión de querer, sino más bien de aceptar. Desde muy pequeña descubrí que tenía una cierta facilidad para las palabras y las letras. En mi casa había muchos libros, y yo leía todo lo que se cruzara en mi camino. Entonces empecé a escribir cuentos cortos en la escuela. Era algo que me salía de adentro, como una especie de necesidad, y hasta sentía alivio cuando los terminaba. Era un poco como decir: “listo, ya está, era eso”. Jamás me creí capaz de escribir algo más largo que eso. Entonces, terminé el secundario y me metí a estudiar Cine (porque amo las películas y todo su mundo), y al comenzar a escribir guiones, me dije: “Bueno, acá nos estamos explayando un poco más”. De relatos mínimos de una carilla pasé a las noventa o cien de un guión, aprendiendo otra forma de escribir, totalmente diferente. No tan literaria, sino más concisa, pragmática. Con acciones, diálogos y muchas cosas que pasan, y no tanto discurrir. Y un día pensé “tal vez pueda con una novela”. Y así fue el origen de Gael y sus Mundos, y las cuatro novelas que actualmente componen la saga. Entiendo que mi formación de guión tuvo muchísimo que ver con la forma en la que fue escrita. Los que lo leen sienten que están viendo “la película”.

¿Cuál fue el primer libro que recuerdas haber leído?

No lo sé exactamente, aunque ¡me encantaría saberlo! Sí recuerdo que cuando cumplí seis años, me regalaron La Cabaña del Tío Tom, de Harriet Beecher Stowe, en versión juvenil, supongo. Era grande, de tapas duras y páginas hermosas, con ilustraciones un poco rústicas. Es una historia tremendamente triste, y sufrí mucho por Tom y su familia. Recuerdo muy bien ese libro y todas las sensaciones que me despertaba leerlo, como por ejemplo, una rabia intensa ante el concepto de esclavitud. También recuerdo La Odisea, de Homero. Me fascinaba ese mundo extraño de héroes, dioses y semidioses, y Ulises, y las sirenas, Circe, y todo lo demás. Me parecía lo más en materia de fantasía. Obviamente, lo leí mil veces. Solía leer muchas veces los mismos libros, pero Internet y su vendaval infinito hicieron que la oferta sea tan grande y fácil que ahora enseguida paso al siguiente. Tal vez se trate también de esa necesidad mía de que me cuenten una historia diferente cada día.

¿Tienes algún referente en la literatura?

He leído tantos libros en mi vida que sería imposible no reconocer semejante influencia en todo lo que escribí, escribo y escribiré. Pero si tengo que elegir un autor sobre el resto, es Stephen King. Creo que leí todo de él; es mi ídolo total y cada libro, cada historia suya, significó un disfrute absoluto en mi vida. Si alguien tiene el poder de generar sentimientos en las personas, a través de un hecho artístico, tiene todo mi respeto, desde el vamos. Pero el Rey genera eso, y mil cosas más. No puedo elegir una obra sola de su autoría, me quedo con todas.

A tu entender, ¿qué es lo mejor y lo peor del proceso de escritura?

Estoy segura de que para cada escritor, el proceso de contar una historia es bastante diferente. Para mí, se trató de sentarme frente a la computadora, mirar la hoja en blanco y decirme: “Tranquila, ya vas a ver” y empezar así cada día de trabajo, llegando al final de la jornada con una satisfacción personal, íntima, que se queda con vos hasta que abrís los ojos al día siguiente y entonces vuelven la inquietud, el tipeo y la satisfacción, y así sucesivamente. Es lo mejor y lo peor, todo junto.

¿Y cómo fue el caso particular de escribir la saga?

En el caso de Los Mundos de Gael, primero se trató de definir la historia principal, que supongo me venía dando vueltas en la cabeza desde hacía quién sabe cuánto. Me sentaba en mi espacio de trabajo, con la hoja en blanco, mirando la pared; tratando de que cada uno de los personajes me hablara. Porque sinceramente creo que cuando más hablan, es cuando uno se sienta y escribe. Esa fue su forma de comunicarse conmigo, y mi forma de darle cuerpo a la saga. Y cada uno de ellos me dictó su historia; no creo haber tenido mucha capacidad de elección. Una vez creados, se hicieron de una vida propia, importándoles muy poco mi opinión. Supongo que para mí, no hay otra forma de escribir.

¿Qué te influyó a escribir Los Mundos de Gael?

Si dijera que fue una sola cosa, estaría siendo injusta. Todo lo que leo y veo tiene alguna influencia sobre mí. No puedo decir que hubo algo puntual que inspirara esta historia; aunque suene raro, llegó a mí y me hizo contarla.

¿Qué moviliza a Gael y a los personajes de la saga?

La libertad. El deseo de elegir, y la libertad de poder hacerlo. Creo que ese es el concepto principal, el motor que hace mover la historia macro (uno de los tantos mundos de Gael) más allá de los otros, que son más personales. E igual de intensos.

¿Qué es la Savia?

La Savia es una sustancia extraterrestre con la capacidad de modificar los organismos de los sujetos expuestos a ella, mejorando sus potencialidades a niveles insospechados. O destruyéndolos, con consecuencias físicas terribles y riesgo de muerte. Su forma de actuar es prácticamente impredecible, por lo que conlleva un altísimo peligro la decisión de incorporarla. El problema es cuando esa decisión no nos pertenece.

¿Te gustaría explorar otros géneros?

Claro que sí. Creo que cada historia merece ser contada como sea, no importa el género. En este caso, fue el sci-fi con romance y acción, pero también me encantaría (y mucho) escribir algo enmarcado en el terror. Es uno de mis géneros favoritos; disfruto especialmente ver películas de terror, aunque no sean muy buenas. Pero para escribir en esa atmósfera, tiene que aparecer una historia que lo pida. Y que me atrape, a mí antes que a nadie.

¿Qué sientes que sucede hoy con el hábito de la lectura, y el crecimiento de los libros digitales?

El hábito de la lectura siempre fue una parte fundamental en mi vida, desde que tengo memoria. No es verso cuando te dicen “leer te abre la cabeza”. Es la pura verdad. Leer es la única forma de ampliar tus conocimientos, y tus perspectivas. Y me parece que el formato es lo de menos. Por supuesto que crecí con libros en papel, y disfruté del aroma y la textura de sus hojas, en cada uno de ellos. Pero la verdad es que los libros digitales tienen una practicidad imbatible. Sí, son intangibles – más allá de la pantalla – ¿y qué? Los tiempos cambian, pero la belleza que representa el simple acto de poner tus ojos en una historia escrita sigue permaneciendo, tan vital como siempre, traspasando cualquier barrera impresa o virtual. Leamos; como sea, pero leamos.

Agradecemos la publicación en la Revista Digital Cultural BABAB
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